lunes, 4 de junio de 2012

Demostración de Aula Interactiva Escolar 2.0 en Tacna - Perú


Aula Interactiva Escolar 2.0 - Se demuestra el uso de equipos bajo el concepto de virtualización en el auditorio del Colegio Jorge Martorell Flores de la ciudad de Tacna, evento realizado por la Gerencia de Desarrollo Social de Gobierno Regional de Tacna. Éstas son imágenes del noticiero de América Televisión Tacna (Fecha: Julio 2010).

www.youtube.com/watch?v=oUl5bHPa4Bg




LA BIBLIOTECA ESCOLAR DEL SIGLO XXI

En abril pasado se realizó en el Colegio los Nogales de Bogotá el Simposio Internacional de Bibliotecas Escolares. Evento al que asistieron bibliotecarios, bibliotecólogos, rectores, coordinadores académicos, profesores y estudiantes de bibliotecología. Tuvo como objetivo explorar nuevas dimensiones de la biblioteca escolar del Siglo XXI, con la guía de especialistas internacionales en bibliotecología escolar.
red
     Los conferencistas internacionales fueron Carol Gordon, PhD en Educación, licenciada en Literatura, con maestrías en Bibliotecología y Educación; Beverly Shinn, bibliotecóloga en Brookline High School; y Ross Todd, PhD en bibliotecología y profesor asociado de la Facultad de Ciencias de la Información, Universidad de Rutgers. Cabe resaltar lo nutrido de la asistencia, la importancia y actualidad del tema y la calidad de las conferencias y talleres ofrecidos.
Publicación de este documento en EDUTEKA: Septiembre 01 de 2008.Última modificación de este documento: Septiembre 01 de 2008. http://www.eduteka.org/EntrevistaRossTodd.php


sábado, 26 de mayo de 2012

Modelo de una Biblioteca escolar como agente dinámico del aprendizaje

Los elementos informativos, transformativos y formativos del modelo son interdependientes y trabajan juntos de manera integrada e interactiva para generar el aprendizaje en los estudiantes. Ofrecen diversos recursos actualizados tanto informativos como de entretenimiento; además, de la infraestructura en TIC que permite atender necesidades curriculares e informativas. 
 
Consultado en: http://www.eduteka.org/EntrevistaRossTodd.php

Alfabetización Informacional escolar, necesidad o urgencia

 
    Las nuevas tecnologías de las comunicaciones y la información llegaron para quedarse. Nos cambiaron la realidad y la forma de conocerla y compartirla. Nuestros trabajos se han modificado. Nuestras vidas están cambiando. A partir de aquí, los mediadores de información tenemos que decidir dónde alinearnos; o continuamos sirviendo a un pasado o nos preparamos para administrar los saberes presentes y los que vendrán.

      Ya nadie lee en papiro ni escribe en pergamino. Sin embargo, nos aferramos al formato libro como si siempre hubiese sido la única forma de leer. Asociamos, confundimos, libro con información. Comparamos, enfrentamos, pantalla con papel. En un lastimero intento final de aferrarnos al hoy que ya es ayer, olvidamos lo obvio, el hoy que es futuro.

      Si, es cierto, han migrado las formas de leer. Pero más allá de soportes y formatos, subyacen vivas algunas características netamente humanas, como son la creación y transmisión de saberes y mensajes.

      Gesto, música y palabras. Variaron las formas, que no las esencias. Ambas maneras de leer, la tradicional y la digital, requieren del lector las mismas competencias mentales básicas como por ejemplo ubicar las ideas principales, resumir, hacer inferencias y evaluar.

      Sin embargo, para poder comprender y disfrutar lo digital, se necesitan cambios y procesos nuevos, otras formas de pensar y de ubicarse ante el texto y la información, un migrar de lo lineal a lo radial, de lo individual a lo global. Y por supuesto, un cúmulo de aprendizajes y habilidades técnicas y operativas en constante desarrollo.

      Pero, en compensación, Internet y toda esta nueva cultura digital, ofrece nuevas y diferentes oportunidades para interactuar con nuevos formatos y medios, sin límites geográficos ni horarios; amplía e influye en los contextos socioculturales, brinda infinitas oportunidades de colaborar y compartir información entre continentes, culturas, e idiomas.

      La destreza en las nuevas competencias de Internet se convertirá en algo esencial para el futuro alfabetismo de nuestros usuarios. Y nosotros como mediadores entre la palabra, la información y los usuarios, niños, jóvenes o adultos, debemos prepararnos responsablemente para usufructuar y disfrutar estos cambios y posibilidades. Especialmente, disfrutar. Porque lo que no se comprende, no se ama, no se goza, no se transmite. Pero para que la biblioteca escolar, se incluya, integre y prepare para la Sociedad de la Información y del Conocimiento, debe enseñar al usuario a ser autónomo en sus búsquedas, y en su aprendizaje, en definitiva enseñarle a "aprender a aprender" (seleccionar y jerarquizar contenidos, buscar, adquirir y utilizar los datos). Es decir que para que el usuario logre transferir su aprendizaje a cualquier situación, es importante que el bibliotecario sea no sólo mediador sino que se convierta en formador de usuarios de información (ALFIN, 2006).

      En este contexto surge la Alfabetización Informacional (AI), que la entendemos como la adquisición de habilidades y destrezas para reconocer cuando la información es necesaria, como localizarla, evaluarla, usarla y comunicarla de forma efectiva en el momento que se requiere (IFLA. UNESCO, 2005).

      Esta definición implica el desarrollo de habilidades de pensamiento, de uso de tecnologías de información y de uso de fuentes de información general.

      El alfabetizado informacionalmente es quien posee dichas destrezas y ha aprendido a aprender, posee la competencia, es decir, posee el saber hacer reflexivo y transferible.

      Una persona con aptitudes para el acceso y uso de la información es capaz de:


*      Reconocer una necesidad de información.

*      Determinar el alcance de la información requerida.

*      Acceder a ella con eficiencia.

*      Evaluar la información y sus fuentes.

*      Incorporar la información seleccionada a su propia base de conocimientos.

*      Utilizar la información de manera eficaz para acometer tareas específicas.

*      Comprender la problemática económica, legal y social que rodea al uso de la información.

*      Acceder a ella y utilizarla de forma ética y legal.

*      Clasificar, almacenar, manipular y reelaborar la información reunida o generada.

*      Generar, registrar y compartir nueva información

*      Reconocer la alfabetización en información como requisito previo para el aprendizaje a lo largo de la vida.

      Las bibliotecas escolares se convierten entonces en una herramienta imprescindible para lograr estos objetivos de excelencia. Nuestros productos y servicios tienen que facilitar el libre acceso a las fuentes de información, estimular el aprendizaje activo de todas las áreas y propiciar la igualdad de oportunidades de todos los estudiantes con independencia de su condición social y cultural.

     Éstos son ahora nuestros retos. Retos a la creatividad, retos a la comprensión educativa y a la conciencia comunitaria. Retos a la aceptación tecnológica y al cambio… Pero, más que todo ello, retos a nuestra habilidad para proveer servicios a usuarios, estudiantes y maestros con tantas clases de medios como podamos traer a nuestros programas. Nuestra biblioteca debe ser un espacio de crecimiento continuo, de innovación, de interacción e integración. Debe navegar entre la duda y el conocimiento, entre la búsqueda y el hallazgo, entre el trabajo y la recreación.

      Debemos alentar sujetos autónomos, participativos, críticos, capaces de obtener información, seleccionarla, aplicarla y compartirla.

     Sólo así, aceptando el cambio y respondiendo a sus retos seremos lo que debemos ser: promotores de aprendizaje y de integración en igualdad de oportunidades, democracia y libertad.

     Hoy más que nunca resulta esencial que las bibliotecas escolares se constituyan en ámbitos estratégicos de alfabetización informacional y los bibliotecarios, en sus mediadores imprescindibles. Los tiempos no esperan, sus exigencias tampoco. Por eso, las actividades tendientes a formar y desarrollar habilidades y competencias informacionales y digitales, deberán estar cuidadosamente planificadas. Sus objetivos deberán ser audaces, firmes, claros y fácilmente evaluables y sus estrategias inteligentes, innovadoras y prácticas, sobre todo. La tecnología nos es necesaria, más el ingenio, imprescindible.

Bibliografía consultada:

ALFIN.  Bibliotecas por el aprendizaje permanente.  Declaración de Toledo sobre la alfabetización informacional. Toledo: mcu, 2006 [Documento en línea].  Disponible http://travesia.mcu.es/S_ALFIN/ficheros/ Declaracion Toledo. pdf  [consultado el 26/05/2012].

BARRERA Linares, Luis.  En-red-arse en la ciberlectura. [en línea].  EN: Tiempo universitario. 4ª. etapa. Año 7. Nº 262.   Valencia: Tiempo Universitario, 2000. Disponible en: http://www.tiempo.uc.edu.ve/tu262/sumari o/enredarse/enredarse.html
[consultado el 26/05/2012].
                                                    

martes, 22 de mayo de 2012

LA BIBLIOTECA ESCOLAR, piedra fundamental en la FORMACIÓN DE USUARIOS



     La Biblioteca moderna nos permite escapar a la realidad y donde la información y la literatura se brinda y se da a manos llenas.

       Para lograr sus objetivos deberá contar con personal capacitado no sólo en lo atinente al quehacer bibliotecológico, sino que éste deberá dominar las capacidades pedagógicas, para planificar sus actividades acorde a las edades de sus lectores, lograr el dominio de los grupos y poseer la habilidad de capacitarlos en lo que llamamos Alfabetización Informacional.
    Los Manuales de Bibliotecología hacen hincapié en la formación de Usuarios en las Universidades. Tal vez porque llegan a este nivel de estudios, alumnos que desconocen las habilidades mínimas para realizar una búsqueda o para desempeñarse como un lector autónomo.
       El problema debe atacarse desde la escuela, más precisamente en la Biblioteca Escolar, donde deben enseñarse estas competencias y es tarea del bibliotecario implementarlas.
      Además, debemos tener presente que es la única actividad escolar cuya transversalidad es universal a todas las materias curriculares y extracurriculares.
     Esto convierte al Maestro-Bibliotecario y a la Biblioteca Escolar en la piedra angular, la puerta de acceso del sistema Bibliotecológico."
       La biblioteca es entonces un ámbito en el que se conjugan el saber y el placer, lo científico y lo artístico, centro de investigación y recreación, por lo que puede albergar diversidad de intereses, tratar de que se compartan y se integren, siempre y cuando funcione en forma inclusiva y no expulsiva.
       La UNESCO (1999) define: “la biblioteca escolar da acceso a la información e ideas que son fundamentales para un desempeño exitoso en la sociedad actual, cada vez mas orientada hacia el manejo de la información y de los conocimientos.
      La biblioteca escolar desarrolla en los alumnos habilidades de aprendizajes para toda la vida y estimula sus capacidades imaginativas, ayudándoles de esta manera a asumir su papel de ciudadano responsable”.

BARÓ, M. ; MAÑÁ, T.  “Formarse para informarse”. Celeste / MEC: Madrid, 1996


La biblioteca escolar. Usuarios y Servicios


        Toda biblioteca debe procurar facilitar para su utilización mediante los recursos como la división en zonas o la señalización, o incorporando sistemas automatizados que simplifiquen los procedimientos de búsquedas y consultas, siguiendo la máxima de que no hay que enseñar a saltar las barreras, sino que hay que eliminarlas.  No obstante,  para el usuario, los sistemas de organización de las bibliotecas responden a una práctica muy experimentada y garantizan la máxima explotación y el uso de los recursos. En la escuela podemos utilizar indicadores de colores o iconos que ejemplifiquen gráficamente los temas de los documentos que se encuentran en un estante, pero ello no supone eliminar instrumentos organizativos como la Clasificación Decimal Universal (CDU) o instrumentos de recuperación de la información como los catálogos y, por tanto, habrá que familiarizar a los alumnos con su utilización.
    Formar a los alumnos, o a cualquier usuario, en el uso de la información presupone un conocimiento progresivo de la biblioteca y de los recursos informativos de que dispone. Cualquier programa de formación de usuarios plantea los contenidos de manera gradual, distribuidos en lo que comúnmente conocemos por «niveles de la formación», según los cuales distinguimos la formación en el uso de la biblioteca, ­desde la simple orientación al dominio de sus recursos de recuperación de la información,­ y la formación en el uso de los materiales o instrucción bibliográfica.
      El objetivo principal de esta formación es que los alumnos se familiaricen con las bibliotecas, conozcan su organización y funcionamiento y sean capaces de acceder a cualquier documento, bien con el objetivo de obtener información o para disfrutar con su lectura. El aprendizaje, sin embargo, no debe limitarse a la biblioteca de su institución, sino que ha de contemplar la posibilidad de que, tras haber seguido el itinerario formativo, el alumno sea capaz de utilizar cualquier biblioteca y de localizar cualquier documento.
         Como objetivos generales, consideramos que al finalizar su formación el alumno, de acuerdo con sus capacidades, debe ser capaz de dominar los conceptos, procedimientos y actitudes recogidos en el siguiente cuadro

 CUOZZO, Gabriela del Valle  ;  LADRÓN DE GUEVARA, María Carmen;  VERDE, Marcela B. Usuarios y servicios. p.50-65.  En su: “La biblioteca escolar”.  Buenos  Aires:  Alfagrama, 2007.  160 p.



Conceptos
Procedimientos
Actitudes
Conocer e interpretar los registros bibliográficos.

Conocer los fundamentos conceptuales de la CDU y su aplicación en la organización del conocimiento.

Conocer la función de los distintos sistemas de búsqueda.

Conocer e identificar las secciones de una biblioteca.

Conocer el concepto de «signatura» como sistema de localización de los documentos.

 Identificar las relaciones jerárquicas existentes entre 
Utilizar de manera autónoma la biblioteca de su centro.

Utilizar cualquier otra biblioteca pública.

Valorar los datos bibliográficos contenidos en los registros en función de sus necesidades.

Localizar los documentos en la biblioteca a partir de las indicaciones del catálogo.

Utilizar los instrumentos de búsqueda y recuperación de la información.

Realizar búsquedas en entornos de red.

 Plantear correctamente estrategias simples de búsqueda por autores, por materias y títulos.
Considerar la biblioteca como un bien común.

Adquirir el hábito de informarse.

Adquirir el hábito de uso de la biblioteca como recurso para la información y el ocio.

Adquirir el hábito de la lectura.

Cumplir las normas de uso de la biblioteca.